La caries de primera infancia es una enfermedad dental que se desarrolla en los dientes temporales (también llamados dientes de leche) de los niños y niñas en una edad muy temprana, generalmente antes de los 3 años. Esta afección se produce cuando los dientes están expuestos regularmente y durante un período prolongado a bebidas y alimentos con alto contenido de azúcares, como la leche de fórmula, los zumos de frutas y los alimentos dulces.

Esta enfermedad dental puede avanzar rápidamente, afectando los dientes y las encías de los niños y causando dolor, infección y, en casos graves, incluso la pérdida de los dientes temporales. Por lo tanto, es importante que los padres tomen medidas para prevenir esta enfermedad dental y promuevan buenos hábitos de higiene bucal en sus hijos e hijas desde temprana edad.

 

Factores de riesgo de las caries en bebés

 

Mala higiene oral

La limpieza regular de los dientes y las encías de los bebés es crucial para prevenir la acumulación de placa bacteriana, que es la principal causa de la caries. Aunque muchos padres pueden creer que no es necesario limpiar los dientes de su bebé, una mala higiene bucodental puede generar muchas repercusiones sin importar la edad.
 

Flujo de saliva reducido

El flujo de saliva es un factor importante para mantener una buena salud bucal en todas las edades, y es especialmente importante en bebés y niños pequeños. La saliva ayuda a neutralizar los ácidos producidos por las bacterias en la boca y a lavar los restos de alimentos y bacterias. El flujo de saliva se puede reducir por el consumo de ciertos medicamentos, por enfermedades o si los bebés respiran por la boca en lugar de por la nariz.
 

Biberón nocturno

El uso prolongado del biberón, especialmente durante la noche, puede aumentar el riesgo de caries dentales en bebés, ya que los azúcares de la leche pueden permanecer en la boca durante mucho tiempo y favorecer la proliferación de bacterias que causan caries.
 

Historial de caries

Si el pequeño o pequeña ya ha tenido caries en el pasado, las probabilidades de que vuelva a tener caries es bastante alta, especialmente si no se hace caso a las recomendaciones del dentista.

 

Consecuencias y repercusiones de la caries en el futuro

 

  • Los niños y niñas con caries tienen más probabilidades de tener caries en la edad adulta y de enfrentar problemas dentales más graves.
     
  • Si padecen caries de forma frecuente pueden experimentar una disminución en su desarrollo físico y en la capacidad de aprendizaje.
     
  • Dolor intenso en los dientes y encías, e infecciones faciales.
     
  • Hospitalizaciones y visitas al dentista con regularidad.
     

 

Métodos de prevención de la caries de primera infancia

 

  • Comenzar el cepillado en cuanto surja el primer diente temporal, por lo menos dos veces al día durante dos minutos o menos si son bebés. Escupir los restos de pasta después del cepillado y esperar unos minutos antes de enjuagar la pasta dental.
     
  • De los 0 a 3 años la pasta de dientes debe ser del tamaño de un grano de arroz, y a partir de los 3 años debe ser del tamaño de un guisante.
     
  • Supervisar el cepillado de los niños hasta los ocho años -que es la edad en la que el niño ya tiene la habilidad motora suficiente para cepillarse correctamente-, para asegurarse de que lo está haciendo bien y corregirlo de no ser el caso.
     
  • La lactancia materna es lo ideal para los bebés hasta el sexto mes de vida. Después de cada alimentación, se debe limpiar suavemente las encías y dientes del bebé con una gasa húmeda o un cepillo dental suave para bebés. Es especialmente importante limpiar los dientes del bebé antes de dormir para prevenir la acumulación de bacterias en su boca durante la noche. A partir de los 6 meses, cuando comienza la introducción de alimentos sólidos, se puede empezar a utilizar una pequeña cantidad de pasta de dientes con flúor, del tamaño de un grano de arroz, en el cepillo dental suave del bebé para una mejor higiene bucal.
  • Para evitar lo máximo posible el surgimiento de las caries a una edad temprana, es importante no darles a los pequeños azúcares refinados antes de los dos años, evitar el uso del biberón con líquidos que no sean agua y nunca mojar el chupete en líquidos azucarados o miel.
     
  • Reducir al máximo el consumo de azúcares artificiales que no son necesarios para su nutrición y siempre verifica que los alimentos procesados -zumos, yogures o leches para preparar biberón- que consumen tus hijos no contengan grandes cantidades de azúcar.
     

 

Para asegurar una buena salud dental en la adultez, es esencial mantener una boca sana desde el primer momento en que aparecen los dientes de tu hijo o hija. Por lo tanto, es recomendable que realices una consulta con un odontopediatra antes de que el bebé cumpla su primer año y que sigas todas las recomendaciones que este te brinde.

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